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El Do Tank Tabula Rasa propone mediante la reflexión crítica transformar ideas en acciones

Una ocupación anunciada...

Una ocupación anunciada...

  • ¡Buenos días, Señor Presidente! Soy el Teniente Coronel Asara, Edecán de Turno. 

  • Buenas noches Asara. ¿Qué pasa? Son las 2 de la mañana. ¿Algo grave? ¿Por qué no se comunicó con Carlos? 

  • Disculpe que lo moleste. Hablé con su Secretario y me dijo que no era importante lo que le estaba informando. Qué podíamos esperar hasta mañana para informarle.

  • Entonces… ¿Para qué me llama?

  • Pese a lo que me dijo Carlos, creo que es algo sobre lo que usted deber tomar conocimiento cuanto antes. Acabo de confirmar personalmente lo que quiero informarle. 

  • ¿Qué es tan urgente Asara? Cuénteme.

  • Mi hermano es Ingeniero. Está trabajando con YPF en la zona donde están ocurriendo los acontecimientos. Me confirmó que la situación es mucho más grave que lo que se está publicando en los medios y redes sociales. 

  • ¡Pare, pare…! Vamos de a poco que recién me despierto. ¿Qué está pasando?  

  • Le pido disculpas nuevamente. Pero creo que usted debe estar informado al respecto...

De esta manera, en la madrugada de un sábado del mes de enero de 2032, el Presidente de la República Argentina comenzaba a tomar conocimiento de que un grupo de personas perteneciente al grupo indígena mapuche había ocupado violentamente el campamento Vaca Muerta, a cargo del joint venture de las empresas YPF-Petrobras-Chevron, en la provincia de Neuquén. Supo además que este grupo estaba armado y que mantenía el lugar bajo su control amenazando con volar todas las instalaciones si no se hacía lugar a sus reclamos.

El Ingeniero Asaras, que también estaba de turno, pero en Vaca Muerta, le había contado a su hermano el Edecán Presidencial de Turno, que un grupo de aproximadamente 50 personas con armas cortas y largas de distinto tipo, había ingresado al campamento por la fuerza. Que todo se inició durante la tarde del viernes cuando un grupo armado de aproximadamente 10 personas había atropellado los portones de acceso con sus camionetas. Le contó también que habían neutralizado a la vigilancia y se habían hecho cargo de las instalaciones del campamento prohibiendo que el personal salga de los contenedores en los que viven. El Jefe de Seguridad del campamento había intentado detener el ingreso, pero un vigilador de la empresa de vigilancia que custodiaba el lugar disparó contra él cuando intentaba colocar un camión frente al portón principal. Le dijo que era de esperar lo que había ocurrido con la vigilancia porque la masa de los vigiladores de la empresa que tenía a su cargo la seguridad del lugar eran empleados locales. 

Le dijo que alrededor de las 11 pm, cuando estaba oscureciendo, habían llegado 2 micros con aproximadamente otras 80 personas más. Minutos más tarde ingresó con un camión del cual comenzaron a bajar cajones que, según pudo ver, contenían explosivos.

Antes de escaparse del campamento, cuando oscureció completamente, lo último que vio el hermano de Asaras y por eso la urgencia para comunicarse con su hermano fue que estaban colocando carteles que indicaban “Territorio Mapuche – Puelmapu” en la entrada principal del campamento.

Mientras hablaba con su hermano por teléfono, en la bajada de la ruta provincial 7 que lleva a Añelo, pudo observar que habían sido instalados controles de ruta con banderas mapuches. Fue lo último que le pudo decir antes de que le dispararan cuando no se detuvo en un puesto de control que estaba comenzando a ser instalado.

Estas eran las noticias que su hermano el Edecán había confirmado. Y por eso la urgencia del Teniente Coronel para informarle al Presidente.

Lo que no sabía aún el Presidente, pero en el transcurso de las horas lo sabría, era que mientras estaba siendo informado sobre la situación en Vaca Muerta y al grito de “¡Marichiweu! ¡Venimos por lo nuestro! ¡Wallmapu y Puelmapu al fin unidos!”; grupos armados identificados como pertenecientes a la Nación Mapuche estaban tomando y ocupando las dependendencias de todos los organismos oficiales (municipales, provinciales y nacionales) de la localidad de Zapala.   

 Cientos de descendientes de indígenas de toda la Patagonia habían decidido concentrarse en esa localidad y, de manera coordinada, iban haciéndose cargo de cuanta dependencia estatal estaba a su alcance. 

En pocas horas Zapala iba camino a quedar en manos mapuches.

 La delegación regional de la Policía Federal y las 5 comisarías de la Policía provincial fueron tomadas por oficiales, suboficiales y agentes locales pertenecientes a la etnia. Los policías que estaban de guardia fueron liberados sin armamento previa amenaza de que si “traicionaban al pueblo mapuche irían a sus casas en búsqueda de las familias y no dudarían en aplicar la justicia mapuche para vengar la traición…”.   

 Las instalaciones del Destacamento de Vigilancia de Cuartel Zapala del Ejército Argentino fueron tomadas por personas uniformadas como policías neuquinos que exhibían en las mangas de sus camisas un brazalete con el escudo mapuche. Una vez tomada la guardia se dirigieron al depósito de armas de movilización y comenzaron a entregar los fusiles y pistolas allí guardados junto con la munición que había retirado de las comisarías. Los pocos militares que allí fueron capturados quedaron encerrados en los viejos calabozos de la Guardia Central. Al frente del cuartel colocaron un cartel escrito en mapudungun (el idioma mapuche) que decía: “Tras 500 años recuperamos nuestro territorio. Prohibido ingresar. Cuartel de la Nación Mapuche.”. 

Durante toda la noche llegaron a Zapala cientos y cientos de indígenas. Micros de todo tipo y capacidad. Algunos, que habían sido robados a partir de la tarde del sábado fueron cargando en el camino a quienes no poseían medio de transporte. Llegaban incluso micros de la provincia de Buenos Aires; General Viamonte (también conocido por el nombre de Los Toldos) en el centro de la provincia había mandado su cuota de indígenas y varios camiones de apoyo. Los Coliqueo siempre reclamaron por sus derechos a la libre determinación. Ahora no querían quedar fuera de la historia.

Muchos arribaban en sus vehículos particulares. Todos los mapuches querían llegar a Zapala.

Cuando ingresaban iban siendo redireccionados a distintos lugares. De acuerdo con la familia a la que pertenecían se les asignaba un lugar para establecerse y una zona de responsabilidad para controlar. 

Las familias Paynemil, Catriman, Ainqueo, Paillalef y Millán fueron designadas para asegurar el control de las rutas que permiten acceder a la localidad. Así, los cinco accesos quedaron bloqueados por cubiertas, troncos, y ómnibus que impedían pasar. Carteles que anunciaban que esa zona era desde ese momento Territorio Mapuche fueron colocados a lo largo del camino. Grupos de hombres armados se encuentran ubicados en los accesos hacia Zapala.  

La radio local, a cargo de la Confederación Mapuche Neuquina, comenzó a transmitir mensajes de manera permanente respecto a que todos los zapalinos debían permanecer en sus casas y no estaba autorizados a salir de las mismas. Dos camionetas con altoparlantes repetían la consigna por toda la ciudad. Entre advertencia y advertencia anunciaban que Zapala era a partir de ese momento la capital del Puelmapu, el Territorio Mapuche del Este. Estos mensajes eran anunciados en castellano y en mapugundum. Lo mismo ocurría con la radio. Internet estaba cortado y la telefonía celular y satelital había sido neutralizada con potentes jammers.

La mañana del domingo encontró al Presidente argentino hablando con su par chileno. De manera similar a lo ocurrido en Zapala, en menos de 24 horas, Temuco había comenzado a ser “invadida” por aborígenes mapuches que la habían declarado la capital del Wallmapu o Territorio Mapuche de Oriente. 

En Chile la situación había sido mucho más violenta. Los Carabineros intentaron detener una caravana de camionetas que se dirigía de Osorno hacia Temuco durante la noche del sábado y se habían producido un tiroteo en el cual se produjeron muertos y heridos. Muchos fundos madereros chilenos habían sufrido incendios intencionales a lo largo del camino que conduce a Temuco.

El aeropuerto La Araucanía estaba tomado, las Comisarías estaban sitiadas y los Carabineros no podían salir de sus cuarteles, sitiados por cientos de mapuches que amenazaban con volar las instalaciones y atacar a sus familias si se “atrevían a salir y reprimir sus reclamos”. Muchas casas de agentes del orden chilenos ya habían sido prendidas fuego y los negocios de las calles más importantes de la ciudad estaban siendo sometidas a saqueo.

El Lonko Epulef, máxima autoridad mapuche en Temuco autorizó mediante un aviso radial y televisivo a que quienes quisiesen irse de la ciudad podían hacerlo a partir del mediodía llevando consigo lo que pudieran transportar. No más pertenencias personales que las que pudieran llevar en sus vehículos.

A diferencia de lo que ocurría en Zapala, la confluencia de mapuches hacia la capital de la Novena Región había sido mayor, de manera mucho más rápida y con mayores expresiones de violencia. La gran mayoría de quienes entraban a la ciudad lo hacían armados e iban organizándose de manera efectiva. Era como si siempre hubieran sabido que rol iban a ocupar ante una situación como la que se estaba desarrollando.

Las banderas chilenas han sido arriadas y en su lugar se ha izado la bandera de la Nación Mapuche. 

Muchos terratenientes de la zona fueron conducidos por sus empleados a la cárcel Central de Temuco. Sus familias esperan afuera y no sabían qué iba a ocurrir. La gente se aproximaba a las familias y las insultaba arrojándole piedras. 

Como expresó un twitero temuquense antes de que se cortara internet en la zona: “El resentimiento de los 500 años de la Conquista que siempre expresaron los grupos indigenistas radicales había eclosionado”. 

Los “presos políticos” mapuches que cumplían condenas por los crímenes cometidos contra el Estado y contra ciudadanos chilenos fueron liberados durante la tarde del sábado. A las 8 pm salieron 7 camiones con más de 150 liberados en dirección a los tribunales de Temuco. Llegar, ingresar a las oficinas del órgano judicial y comenzar a destruir sus instalaciones prendiendo fuego todo lo que pudiera ser prendido, fue cuestión de minutos. El Palacio de Justicia, edificio de una magnífica confección arquitectónica, todavía estaba en llamas. 

Los caminos de acceso a la ciudad, mucho más grande que Zapala, estaban bloqueados por puestos de control con gran cantidad de personal uniformado y armado con armas ligeras. 

Lo que tienen de común los alzados contra el Estado en Temuco y en Zapala es que todos llevan el brazalete de la Nación Mapuche en ambos brazos. 

En ambas ciudades, los micros que ingresan a la ciudad transportando mapuches una vez que dejan a sus pasajeros vuelven a la ruta y son ubicados de manera tal de constituirse en obstáculos para dificultar el acceso a la ciudad. Las características geográficas de la zona facilitan el control de los accesos. 

¿Qué ocurría?

Finalmente, el Convenio 169 de la OIT estaba siendo puesto en práctica. De manera violenta. Argumentando el cansancio y la desazón ante el incumplimiento reiterado por parte del Estado Chileno y Estado Argentino de lo que este prescribe y ambos países de manera directa habían ratificado mediante leyes internas que reforzaban su importancia y obligación de consideración por parte de todos los organismos del país.

Los mapuches finalmente habían decidido, a la fuerza, hacer valer su derecho consuetudinario, su derecho a retornar a sus tierras ancestrales, su derecho a la autoidentificación, su derecho a decidir sus propias prioridades, su derecho a tener sanciones penales diferenciadas, su derecho a la asignación de tierras adicionales, su derecho a recibir recursos financieros ante la sola petición de los mismos para satisfacer sus necesidades, y su derecho a que les reconozcan el derecho y les faciliten los recursos para  crear sus propias instituciones educativas.

Por si fuera poco, decidieron reclamar que la comunidad internacional tome medidas apropiadas por medio de acuerdos internacionales para facilitar los contactos y la cooperación entre el Wallmapu y el Puelmapu.

¿Enloquecieron?

No. Simplemente hicieron respetar lo que los gobiernos de ambos países habían expresado en distintos documentos y nunca habían cumplido. En el caso de Argentina, en el año 2019 se podían leer en una página del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos los “Derechos Indígenas de los pueblos originarios traducidos al mapuche: “Respeto a su identidad cultural, Respeto por sus valores, prácticas e instituciones, respeto por el derecho a la tierra y su territorio, derecho por la Educación Intercultural Bilingüe”. 

Lo grave de la situación es que los mapuches no son un grupo aborigen originario de nuestro territorio. Ingresaron a él a partir de 1830 como resultado de la presión colonizadora chilena al sur del Bio Bio. Entraron a sangre y lanza aniquilando a los tehuelches, casi un genocidio en términos actuales. Por ello, los mapuches no son aborígenes argentinos. Pese a ello, habían sido reconocidos por el Estado como si lo fueran. Una locura.

Los mapuches son aborígenes originarios del territorio chileno porque su ubicación en el actual territorio chileno es anterior a la constitución del estado chileno. En Chile reclaman desde 1920 para lograr su autonomía e independencia. Particularmente de la zona donde están teniendo lugar los incidentes más violentos: Temuco.  

Hacía tiempo que había señales de que algo iba a ocurrir.

El tema es que nadie tuvo capacidad para verlo venir.

Producido por   DO - TANK TABULA RASA 

Notas.

1 Los indígenas Mapuches son aborígenes del actual territorio chileno ya que han vivido en el mismo desde tiempos ancestrales (no se puede establecer un punto en el cual no hubieran habitado ese territorio antes de la Conquista). No ocurre lo mismo con los mapuches que habitan en nuestro territorio ya que está claramente definida la oportunidad, causas, sitios y condiciones de ingreso de sus ancestros. Los aborígenes argentinos de la Patagonia son los tehuelches, los onas y los yámanas.

2 Argentina: Ley Nro 24.071.-

3 WICHÍ EMBARAZÓ A HIJASTRA DE 9 AÑOS Y NO FUE CONDENADO. La Justicia salteña lo encontró inocente porque entendió que constituye una práctica ancestral de la cultura wichí. https://www.infobae.com/2006/10/11/280658-wichi-embarazo-hijastra-9-anos-y-no-fue-condenado/

4 Ichro com ngûneltungueam ti caque ume che-nguen, Ngûneltungueam ti ichro com caque-ume zuam, caque-ume chumnguechi ñi azûmtungueam ca caque-ume quim-zungu, Nor-zicûm-nengueam chroquiñ-mapu ca ichrocom mapu, Quimelcangueam ti ngam fill-caque-ume queuhûnd caque-ume quimûn. https://www.argentina.gob.ar/derechoshumanos/inai/derechosindigenas

Era cantado...

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La órbita espacial: La dimensión de la próxima batalla.-

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