Pacto de Continuidad Estratégica
Por Do-Tank Tabula Rasa - Conocimiento Híbrido en Acción.
Introducción: sin continuidad no hay destino
Las naciones no fracasan por falta de ideas, sino por falta de continuidad estratégica.
Cada administración comienza de cero, desarma lo anterior, cambia prioridades, rehace estructuras, modifica políticas sin evaluar su impacto acumulado. Lo que se construye en cuatro años se destruye en cuatro meses. En ese ciclo de reinicio permanente, ningún proyecto nacional alcanza madurez.
La Doctrina Semilla identifica este fenómeno como un trastorno sistémico de corto plazo que reduce la capacidad del Estado, erosiona la confianza de la sociedad, impide inversiones de largo aliento y genera un país atrapado en una adolescencia institucional perpetua.
Por eso, la primera propuesta del Camino de Salida es contundente:
La Argentina necesita un Pacto de Continuidad Estratégica, no como acuerdo político partidario, sino como acuerdo civilizatorio, fundacional para un país que pretende sobrevivir en un mundo competitivo, violento y tecnológicamente acelerado.
Este pacto no es un programa de gobierno.
Es un método de gobierno.
1. Por qué necesitamos un pacto de continuidad estratégica
A. El mundo ya no perdona la improvisación
Las transformaciones tecnológicas, la carrera por la IA, la redefinición de las cadenas de suministro, la militarización del espacio, los conflictos híbridos y el surgimiento de Estados-red exigen estabilidad, previsibilidad y capacidad de ejecución sostenida.
Un país sin continuidad es un país sin posibilidades.
B. La discontinuidad destruye capital
Cada cambio abrupto genera:
pérdida de talento público,
fuga de inversiones,
interrupción de proyectos científicos,
paralización de infraestructura,
erosión de la credibilidad internacional,
debilitamiento del instrumento militar,
volatilidad macroeconómica,
deterioro del contrato social.
La discontinuidad se convierte en una forma silenciosa de autodestrucción.
C. Sin continuidad, el Estado es un actor débil
Cuando las políticas no sobreviven a quien las firma, los funcionarios se convierten en administradores de la nada.
Lo urgente tapa lo importante.
La estrategia desaparece.
Se gobierna en espejo retrovisor.
2. Qué es el Pacto de Continuidad Estratégica (PCE)
El PCE es un acuerdo institucional, social y operativo que asegura que ciertas decisiones estructurales del Estado:
no dependan de los ciclos electorales,
no puedan ser desarmadas por capricho político,
tengan mecanismos de blindaje jurídico, presupuestario y tecnológico,
aseguren convergencia estratégica entre gobiernos sucesivos.
No se trata de acuerdos eternos.
Se trata de acuerdos estables, revisables y medibles, basados en evidencia y orientados por metas nacionales de largo plazo.
3. Los pilares del Pacto de Continuidad Estratégica
Pilar 1: Definición de 6 a 10 Políticas de Estado
El país identifica áreas críticas donde la continuidad es indispensable:
Defensa y seguridad integral,
Educación científica y tecnológica,
Desarrollo de IA soberana,
Infraestructura energética y logística,
Política exterior y alianzas estratégicas,
Régimen de inversión y estabilidad macro,
Fortalecimiento institucional,
Salud pública de alta complejidad,
Modernización estatal,
Transición hacia industrias estratégicas del futuro.
No son modas. Son ejes permanentes que trascienden administraciones.
Pilar 2: Blindaje jurídico-institucional
El PCE requiere:
leyes marco con amplios consensos,
cláusulas de estabilidad a 20 años,
mecanismos de revisión técnica no partidaria,
obligatoriedad de continuidad salvo evidencia científica que justifique un cambio.
El objetivo: que interrumpir una política estratégica sea más difícil que continuarla.
Pilar 3: Continuidad presupuestaria mínima garantizada
Las políticas estratégicas deben tener:
un piso presupuestario no negociable,
fondos de estabilización anticíclica,
financiamiento plurianual aprobado por el Congreso.
La continuidad exige dinero previsible, no heroísmo.
Pilar 4: Métricas y auditorías independientes
Un pacto sin control es un pacto vacío.
Se establece un sistema de:
indicadores públicos,
tableros de control digitales,
auditoría anual por parte de una entidad autónoma,
publicación obligatoria de avances, desvíos y correcciones.
La continuidad no es fe: es evidencia.
Pilar 5: Mecanismo de transición entre gobiernos
Cada proceso electoral incluye un Consejo de Transición Estratégica con representantes del gobierno saliente, entrante y del sistema científico-estratégico.
Su función:
garantizar la continuidad técnica,
evitar vacíos operativos,
preservar proyectos críticos,
evitar que el país “se apague y reinicie” cada cuatro años.
4. Cómo se construye el pacto: el triángulo de actores
1. El Estado
Debe asumir la responsabilidad de diseñar y sostener las políticas estratégicas.
Su rol es coordinar, dar previsibilidad y corregir desvíos.
2. La Sociedad
Sin apoyo social, no hay continuidad real.
Hay que construir legitimidad cultural, explicando por qué ciertas políticas no deben ser usadas como armas partidarias.
La continuidad debe convertirse en un valor civilizatorio:
interrumpir lo estratégico se vuelve socialmente inaceptable.
3. El Sistema del Conocimiento
Ciencia, academia, think tanks, Fuerzas Armadas, expertos en IA, energía, salud, educación y macroeconomía deben formar la columna vertebral cognitiva del pacto.
Son ellos quienes:
definen métricas,
evalúan impacto,
recomiendan correcciones,
garantizan rigor técnico.
La continuidad es técnica, no emocional.
5. Beneficios estratégicos del PCE
A. Previsibilidad para el desarrollo
Los inversores apuestan a países con horizonte, no con bandazos.
Las industrias estratégicas requieren continuidad para florecer.
B. Refuerzo de la defensa nacional
Un instrumento militar que cambia cada cuatro años es un instrumento inútil.
La continuidad garantiza:
capacidades acumulativas,
doctrina sostenible,
alianzas perdurables,
profesionalización integral.
C. Estabilidad macroeconómica
La macro no se ordena por decreto sino por trayectoria.
La continuidad reduce volatilidad, mejora el riesgo país y estabiliza expectativas.
D. Integración regional e internacional confiable
Los socios internacionales valoran la previsibilidad.
Un país con continuidad estratégica aumenta su relevancia geopolítica.
E. Construcción de confianza social
Cuando la sociedad percibe rumbo sostenido, baja la ansiedad colectiva.
La estabilidad emocional también es estabilidad estratégica.
6. Riesgos y cómo mitigarlos
Riesgo 1: Captura política del pacto
Mitigación: comités técnicos autónomos, métricas públicas y transparencia total.
Riesgo 2: Inflexibilidad excesiva
Mitigación: revisiones bienales basadas en evidencia y no en discursos.
Riesgo 3: Rechazo social si se percibe como “pacto de élites”
Mitigación: participación ciudadana, comunicación continua, acceso público a datos.
Riesgo 4: Falta de enforcement
Mitigación: sanciones institucionales claras ante incumplimiento del pacto.
7. Conclusión: el pacto como cimiento del país que viene
El Pacto de Continuidad Estratégica es la columna vertebral de un proyecto argentino posible.
Sin él, todo es espuma política.
Con él, las políticas se transforman en trayectorias, las trayectorias en capacidades, las capacidades en poder, y el poder en destino.
Un país que logra continuidad estratégica se vuelve inevitable.
Uno que no la logra permanece irrelevante.
Argentina tiene dos caminos:
seguir improvisando o crear futuro con estabilidad, previsibilidad y visión compartida.
La Doctrina Semilla propone el segundo.

